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Soltar el control (aunque cueste)

Cuando la necesidad de tenerlo todo bajo control nos controla a nosotros ¿Te ha pasado alguna vez que cuanto más intentas controlar todo, más agotada terminas? La necesidad de tenerlo todo bajo control puede parecer, en apariencia, una virtud: organización, responsabilidad, compromiso. Pero cuando escarbamos un poco, muchas veces descubrimos que detrás de ese impulso hay miedo, inseguridad y una profunda desconfianza hacia el entorno o incluso hacia una misma . Controlar todo es agotador. Querer prever cada resultado, anticipar cada posible error, tener respuestas para todo y para todos… acaba generando una presión interna constante. El control no nos da paz, nos da la ilusión de seguridad , pero muchas veces es justo lo que nos aleja de ella. Soltar el control no significa dejar de responsabilizarnos, ni caer en el caos o la dejadez. Significa reconocer que no todo depende de ti , que hay cosas que escapan a tu voluntad, y que vivir también implica confiar, delegar y fluir. Es co...

“Cómo tomar decisiones con confianza: herramientas para gestionar la inseguridad y el miedo”

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La inseguridad y el miedo pueden paralizarnos justo en los momentos más decisivos. A veces sabemos lo que queremos, pero el ruido mental, la presión externa o el miedo al error nos bloquean. En esta entrada te comparto herramientas prácticas para entrenar una toma de decisiones más segura, coherente y en calma. 1. Entiende tu miedo: ¿de qué tienes miedo realmente? Muchas veces no es la decisión lo que da miedo, sino lo que creemos que podría pasar si fallamos. Pregúntate: ¿A qué le tengo realmente miedo? ¿Es miedo al juicio, a perder algo, a equivocarme, o a no tener control? ➡ Herramienta : Haz una lista de los miedos que aparecen cuando piensas en esa decisión. Luego, identifica cuáles son reales y cuáles son supuestos o anticipaciones. 2. Conecta con tu brújula interna Cuando hay ruido mental, conviene parar y volver a ti. ➡ Ejercicio práctico : Hazte estas preguntas: ¿Qué quiero de verdad, más allá del miedo? ¿Qué decisión estaría alineada con mis valores, aunque me i...

Mi mente no para: aprender a vivir con una cabeza hiperactiva

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¿Te pasa que tu mente no se apaga nunca? ¿Pasas de una idea a otra, como si tu cerebro fuera un DJ con miles de pistas sonando al mismo tiempo? Tengo pacientes cuya cabeza es como una ciudad que nunca duerme. Una hiperactividad mental constante, rumiación, sobrepensamiento, que a veces se traduce en creatividad, intuición y visión global... pero otras, en ansiedad, agotamiento y sensación de no estar nunca en calma. Hoy quiero hablarte de eso. De esas mentes que no paran, que necesitan comprenderse mejor y aprender a convivir consigo mismas. Porque no se trata de luchar contra tu cabeza, sino de aprender a gestionarla, de entrenarla. ¿Qué significa tener una mente hiperactiva? No estamos hablando necesariamente de TDAH (aunque a veces puede estar relacionado), sino de una forma de proceder (aprendida): Pensamientos constantes e intrusivos. Dificultad para concentrarse en una sola cosa. Saltos de idea en idea. Diálogos internos que no se apagan, incluso en momentos de ...

Lo que te dices cambia lo que sientes: el poder del autodiálogo en tu bienestar

  ¿Alguna vez has prestado atención a cómo te hablas? Esa voz que te acompaña desde que suena tu despertados hasta que acaba tu día (aunque no siempre seas consciente de ella) tiene un impacto enorme en cómo te sientes, cómo actúas y cómo te relacionas contigo mismo/a.  El autodiálogo es ese flujo de pensamientos que mantenemos sobre nosotros mismos de forma constante. Puede ser un aliado, animándonos, validándonos, impulsándonos… o una voz muy crítica, exigente o incluso castigadora que afecta a nuestro bienestar emocional. Cuando tu peor enemigo vive en tu mente En muchas ocasiones no necesitamos que nadie nos critique: ya lo hacemos nosotros/as. “Voy a fallar” “Soy un desastre” “Siempre lo hago mal" Estos pensamientos, aunque parezcan simples frases que acostumbras a decirte, modelan lo que sentimos y decidimos . Es más, nos afectan a nivel fisiológico, nos paralizan ante eventos importantes y refuerzan creencias de "no ser capaz" o miedo. La literatura cie...

Cuando “hacerlo bien” nunca es suficiente: el coste oculto del perfeccionismo

¿Has sentido que, aunque hagas las cosas bien, nunca es suficiente? Esta necesidad constante de mejorar, ese nivel de autoexigencia que no concede pausas. El perfeccionismo puede disfrazarse de "fortaleza" o virtud, pero en muchas ocasiones actúa como un ladrón silencioso: te resta energía, ataca tu autoestima y sabotea tu bienestar. El perfeccionismo: entre la excelencia y la trampa En un mundo valoramos la productividad, el perfeccionismo suele recibir elogios y reconocimiento. Se asocia con responsabilidad, compromiso, excelencia. Sin embargo, en consulta es frecuente ver cómo este patrón mental se convierte en un factor de sufrimiento. El perfeccionismo no es lo mismo que tener estándares altos. La diferencia está en el vínculo emocional con el error, con la crítica y con uno mismo . Las personas perfeccionistas no solo quieren hacerlo bien: sienten que tienen que hacerlo perfecto para sentirse válidas . Esto genera un ciclo difícil de romper: Anticipación del error → an...