Cómo ayudar a alguien con ansiedad: lo que sí y lo que no decir
La ansiedad es una de las experiencias emocionales más comunes en la actualidad, y sin embargo, sigue siendo difícil saber cómo acompañar a alguien que la está atravesando. Si tienes una persona cercana que sufre ansiedad, es probable que te hayas sentido perdido o incluso frustrado al intentar ayudarla. Tal vez te has preguntado: ¿Le digo que se calme? ¿Le propongo distraerse? ¿Y si meto la pata?
Esta guía está pensada para ti. Porque el apoyo emocional, bien dado, puede marcar una diferencia enorme.
Lo que sí ayuda: frases que sostienen
- “Estoy aquí contigo, no tienes que pasar por esto solo/a.”
- “¿Quieres que haga algo ahora mismo para ayudarte?”: Ofrecer acciones concretas empodera a la otra persona sin imponer soluciones.
- “No tienes que explicármelo todo si no puedes. Me basta con saber que lo estás pasando mal.”: A veces, el alivio no está en entender la ansiedad, sino en sentirse acompañado.
- “Sé que esto es muy real para ti, y respeto lo que estás sintiendo.”: Validar las emociones es fundamental. No trates de “minimizar para animar”, porque puede generar lo contrario.
Frases que no ayudan (aunque se digan con buena intención)
🚫 “Tranquilízate”
Si la persona pudiera hacerlo, ya lo habría hecho. Esta frase suele generar más frustración.
🚫 “No es para tanto” / “No tienes motivos para estar así”
Estas expresiones invalidan la experiencia de ansiedad y pueden hacer que la persona se sienta incomprendida o avergonzada.
🚫 “Todo está en tu cabeza”
La ansiedad tiene una base emocional y fisiológica real. Aunque se origine en el sistema nervioso, no es imaginaria.
¿Y si no sé qué decir?
Entonces di la verdad.
🗣️ “No sé qué decirte, pero quiero que sepas que estoy aquí.”
Es una frase poderosa, honesta y mucho más útil que intentar decir lo “correcto”.
Qué puedes hacer además de hablar
-
Acompañar en silencio: Sentarte a su lado, dar un paseo juntos o simplemente estar presente ya es mucho.
-
Ayudar a respirar o centrar la atención: Si lo permite, puedes sugerir una respiración pausada o mirar juntos un punto fijo para calmar el sistema nervioso.
-
Animar a pedir ayuda profesional: La ansiedad sostenida en el tiempo necesita ser atendida. Puedes ofrecerte a buscar información o incluso acompañar en el proceso.
En resumen…
Apoyar a una persona con ansiedad no es salvarla, ni darle consejos mágicos. Es estar, validar, sostener y acompañar sin juicio. Porque a veces, el mayor alivio no está en lo que decimos, sino en cómo nos quedamos al lado cuando todo se tambalea.
Comentarios
Publicar un comentario